Este palacete fue mandado construir por los sucesores del primer comandante del regimiento de caballería de Dragones de Olivenza, D. Luís Marçal, en la segunda mitad del siglo XVIII: sus líneas rectas y funcionales responden a las necesidades del estilo pombalino, surgido tras el terremoto de Lisboa de 1755 cuando el Marqués de Pombal comenzó a reconstruir la ciudad y concibió el primer método de construcción prefabricado del mundo (gaiola pombalina).
En este palacete se alojaron el 2 de julio de 1801 los reyes de España, D. Carlos IV y María Luisa de Parma, con su Corte, tras la llamada Guerra de las Naranjas y el Tratado de Badajoz por el que Olivenza pasó a la soberanía española. Manuel Godoy, Primer Ministro, Generalísimo y valido del rey, envió un ramo de naranjas a la reina María Luisa, que las tropas españolas habían recogido en el cerco de Elvas como obsequio para él. Los enemigos de Godoy, en tono burlesco, dieron ese nombre a esa corta campaña de conquista, prólogo de las ocupaciones napoleónicas.